Una colección de fragancias que permanecen cuando todo lo demás se ha ido.
Hay momentos que no terminan con la noche. Quedan suspendidos en el aire como un suspiro, como la última luz que acaricia la piel cuando el sol ya ha caído.
AFTERGLOW captura esos instantes: los pasos descalzos al atardecer, las risas que rebotan en los muros de Dalt Vila, la calma salada de Salinas, el murmullo de una siesta infinita.
Cada vela es un mapa invisible, una llama que recuerda lo que fuiste, lo que aún eres cuando todo se apaga.
Fragancias que no iluminan: revelan. Porque el resplandor más bello es el que queda después.